¿podemos vivir juntos?

ANDREA RAMIREZ BUITRAGO
COD: 7X750528


LAS DOS CARAS DEL INDIVIDUALISMO

Las dos caras del individualismo, hacen relación al individuo como tal social, en una primera instancia natural, y una secundaria moderna. El sujeto como ser particular es enmarcado por una acumulación de experiencias que van conformando su personalidad y conocimiento, el hombre natural es un planteamiento, del hombre “Ligado a” unas series de leyes construidas artificialmente, en un colectivo tribal, esas reseñas que constituyen ciertas particularidades del hombre normal. Esta travesía del hombre a través de la experimentación es el reflejo de sus derechos que lo reflejan en un estado del mundo, tan particular que es identificado y determinado, por ejemplo el hombre del mundo moderno. Identifica problemas y necesidades para desarrollar dentro del mismo mundo, aplicando los conocimientos y dándolos a conocer por la enseñanza, no solo es un manifiesto activo de funciones, es la función que activa la vida social, y la compromete a hacerse colectiva, dinámica, comunicacional, y estratégica.
Un punto clave a partir del desenfrenamiento individual del sujeto, corresponde a estímulos controversiales, ligados al poder, el dinero, el consumo o la actividad económica, pues esta trasciende las capacidades tanto lucrativas, como de conocimiento individual. Todo esto es posible en la medida de que se apoyan las subjetivaciones, y puedo decidir hacia qué elementos me dirijo o cuáles no. A través de este proceso el hombre se vuelve portador de razonamientos y da un paso fundamental en lo social determina un orden que involucra su interés, y se personaliza convirtiéndose en un ser social moral.
La pretensión del autor es derrumbar estos anteriores delineamientos, lo que pretende es enmarcar como la sociedad transforma el sujeto, a través de la historia y el coeficiente de transformación. Consideraría a través de Dumont: al individualismo como un medio de expresar a uno, entre miles o todos, que refleja una capacidad de ideas atribuidas por la experiencia y su historicidad social.

NI DIOS NI HOMBRE

El hombre como individuo particularmente cultural e identificado en la sociedad, tiene dos razones opuestas en la composición de su sociedad, siendo la primera la que identifica el hombre con sus relaciones sociales. En esta primera instancia se afligen todos los dictámenes de la totalidad, que giran en torno del mercado y los intereses de los superiores.
Esta texto hace un planteamiento “la idea del sujeto” es antirreligiosa, es como un vaivén del la experiencia del sujeto, se compite con el lenguaje de lo sagrado y el poder de los mercados. El sujeto es un ser ambiguo pues sus capacidades de conocimiento son deliberadas, incansables, inconstantes, por lo tanto su estado con lo social, se liga solamente al individuo como tal por sus ideales y el reconocimiento de nuevas fases para enriquecerse mental o efectivamente.
El hombre como tal se crea según su cultura, lenguaje y razón, a partir de que se configura, el hombre trasciende y empieza a justificar sus ideales, y hacerlos realidad, en tanto que el conocimiento ya no es un obstáculo, para impedir las nuevas estrategias de mercado, o la misma ciencia. El hombre opta por su idiosincrasia o sus ideologías, el hombre se crea a través de un espacio, un lugar o un conjunto de individuos que actúan de manera particular, progresa por el instinto de desafiar los obstáculos del mundo, empezando desde los más básicos que son su espacio, de allí la sociedad, y de allí el mundo global mediatizado y aplastador.
Concluyendo el artículo, el hombre se crea, e individualiza pero se somete a identificarse como un ser religioso o como un ser del mundo moderno, o de ambos o de ninguna concepción. Es claro que por las influencias de la variedad de conocimientos y estrategias el hombre pone en tela de juicio lo que se puede suceder después, lo que es verificable o definitivamente lo que es falso.
El sujeto después de q se individualiza, empieza a someterse a la duda y la lucha del uno contra el otro, es como un juego de saber y optar por lo mejor, pero lo que se sucede mas concreto es que el hombre esta en un estado intermedio, quieto paralizado, inseguro, donde solo venera al conocimiento y la creencia individual como la fase de lo que puede ser un universo preciso, no lleno de múltiples concepciones e ideologías, el mundo debería solo centrar una idea tan razonable para todos, e independiente que cada sujeto se aferraría de esta concepción y se formaría una ley especifica.