¿Podemos vivir juntos?

Por Antonio López

MÁS ALLÁ DEL SUJETO POLÍTICO


El sujeto como figura social se identifica por su carácter “autónomo”, pues a pesar de las influencias externas tacitas en este concepto, la individualidad o la búsqueda del individuo ha sido la luz en este camino. La formación de la individualidad o personalidad de los sujetos viene dada por una serie de factores sociales como la familia, la religión, la moral, entre otros, los cuales llegan a convertir este estado de individuo en un concepto basado en la colectividad o mejor dicho en un sujeto político, lo cual lo pone en una situación social que lo enmarca dentro de un conjunto de normas o guías que de cierta forma van en contra de esa individualidad tan anhelada, así vemos como a lo largo de la historia el sujeto ha estado determinado por este tipo de fuerzas sociales que constantemente están confrontando su verdadera significación y función. Como lo dice Alain Touraine, “En cada etapa, en cada tipo de sociedad, el sujeto se aliena en el mito de un orden sacralizado, al mismo tiempo que es principio de rebelión y ruptura del orden establecido por un poder.”. entonces vemos como el sujeto en su búsqueda de singularización se ve enfrentado a una fuerza normalizadora la cual trata constantemente de controlar esos desvíos particulares y guiarlos hacia una uniformidad totalizadora, la cual a su vez es foco de acción para el individuo y su acción desde lo personal. Esta pelea paradójica entre el individuo que se vuelve más individual, y la sociedad que trata de pluralizarlo cada vez más, ayudando cada una de las dos partes a la otra, ha ido incrementando con el paso del tiempo a la vez que ha evolucionado, según el autor “La idea de sujeto descendió, a través de mutaciones sucesivas, del cielo de las ideas al campo de lo político, y luego a las relaciones sociales de trabajo antes de aferrarse, como lo hace hoy, a la experiencia vivida.” . esto se ve realizado hoy en día en todos los campos de la acción social, pues cada vez el sujeto busca en su experiencia y el día a día las bases para su desarrollo personal, así desde una época antigua en la que el sujeto estaba determinado, limitado y usado por la sociedad como objeto político, este ha ido buscando en el entorno ya sea físico o no las herramientas para apropiarse de su papel en el mundo y para influir en el transformándolo, de manera que se acomode a sus expectativas como persona, y que le permita una acción más representativa dentro de los grupos sociales a los cuales pertenece, Alain Touraine dice ” La historia moderna está constituida por estas dos tendencias opuestas pero complementarias: la emergencia cada vez más fuerte del sujeto personal y el influjo creciente de un poder moralizador y normalizador.1”. Y hoy más que nunca, el hecho de establecerse en una sociedad o grupo social como parte activa y aportarte desde una mirada propia, es una fuerza mayor que lleva a las personas a buscar en lo social, lo individual.


UN SUJETO SIN CONCIENCIA

El sujeto se crea en el campo de lo individual o personal pero regido as u vez por lo social, lo cual lo determina en relación con los otros sujetos, así esta relación entre individualidades se presenta de una forma social en la cual el acuerdo entere partes se fundamenta en la subjetividad o mejor dicho en el carácter personal que cada sujeto aporta desde su propia identidad conformando una red intrincada de deseos y formas de concebir las cosas, la cual establece unas rutas que para el individuo hacen parte de su mismo desarrollo personal. Así el sujeto se desarrolla y se libera como persona, como lo expone el autor” El sujeto liberado debe buscar figuras de sí mismo en los sistemas en que están encerradas y a los que, sin embargo, nunca se integra por completo.”. Esta desintegración se da en la medida que el sujeto busca en todo momento su identidad en los grupos o sistemas a los cuales pertenece, pero esta búsqueda siempre va encaminada a la ruptura misma del sistema, pues cada individuo desde su concepción propia del sistema en cual se encuentra, pretende actuar y modificar dicho sistema en un sentido individual.
“Es la modernidad realizada, es decir, la ruina de todos los sistemas de todos los sistemas de orden, la que permite al sujeto encontrar en si mismo su legitimidad, y le impide ponerse al servicio de una ley que sea superior a él.”. esta ruptura en los sistemas de orden apunta hacia una individualidad mas marcada, en el sentido que cada sujeto se ve evocado por su sentido propio, el cual ha sido constructo a lo largo de su vida, de una serie de factores tan diversos que lo colocan en una posición que no tiene posición, y que por tanto es buscada en todos los campos de los social, haciendo que el sujeto a la vez que encuentra identificación con algo, también busca el desligamiento de esto, para así legitimar su estado individual. Así vemos como en las sociedades modernas en las cuales, el concepto de sujeto, individuo y persona deberían estar más enmarcadas en un orden social y común a todos, por el contrario esto se desintegra cada vez, como lo menciona Alain T. ”Allí donde la acción humana parece más poderosa, en las sociedades hiperindustriales, el sujeto se manifiesta más débil, desbordado, aplastado por el instrumentalismo y el comunitarismo, pero también allí es, por primera vez, el principio directo de su acción.”.
Es en estas sociedades en las cuales el individuo aplastado por la tendencia a la regularización y la estandarización, debe tratar de desarrollarse como persona, exponiendo ante la mirada social su subjetividad, pues mediante esta se expresa y gracias a esta es posible ser individuo y sujeto aportarte al mundo colectivo, estructurando patrones no normalizados que permitan una visión más amplia del concepto de sociedad, como lo escribe Alain “La subjetivación no sería una fuerza tan poderosa de transformación e impugnación social si no se planteara como ruptura con los mecanismos de reproducción social y control social.” Así se da el comienzo en la lucha del individuo por buscar su singularidad rompiendo a su vez con patrones que lo alejan de tal realización.

“El sujeto es palabra, y su testimonio es público, aun cuando nadie pueda escucharlo o verlo”
Alain Touraine.